El relleno sanitario

Watts_180917_9812.jpg

Hay miles de mujeres que viven en las comunidades aledañas al relleno sanitario de Ciudad de Guatemala (RSCG). Todas se enfrentan a grandes retos económicos, sociales y emocionales como consecuencia de barreras sistémicas que incluyen la masculinidad hegemónica, la pobreza extrema y la exclusión económica. Más del 70% de los guatemaltecos tienen un empleo informal, lo que limita su acceso al seguro médico, la seguridad social y otras prestaciones públicas. Las mujeres representan el 51% de esta mano de obra, pero están escasamente representadas en las industrias informales, tienen peores condiciones laborales y se enfrentan a barreras sistémicas para conseguir un empleo formal.

Los efectos de estas injusticias se amplifican para las mujeres que viven en la periferia del RSCG. Muchas compiten por unos recursos escasos, su nivel educativo es bajo y la discriminación laboral histórica de los residentes en la "zona roja" limita su acceso a las oportunidades de empleo formal. Como resultado, se calcula que unos 10,000 personas de esta comunidad se ganan la vida rebuscando en el relleno sanitario artículos para reciclar, vender o reutilizar. Este trabajo es físicamente exigente, expone a los trabajadores a enormes riesgos y genera una media de entre 3 y 7 dólares al día.

La sede de Creamos está ubicada en el corazón de esta comunidad, junto a la entrada del vertedero municipal de la ciudad. Las mujeres de la comunidad sufren elevados índices de violencia de género y de pareja, que se traducen en niveles desproporcionados de abusos físicos, sexuales, emocionales y económicos contra ellas. Algunos de los peligros a los que se enfrentan estas mujeres son evidentes, como los actos violentos de agresión física y sexual, mientras que otros son el resultado de presiones de género más sutiles, como las altas tasas de embarazo adolescente, la maternidad en solitario, la baja autoestima y la falta de independencia económica.

En un esfuerzo por romper esta narrativa, Creamos existe para devolver el poder a la comunidad a través del acceso a los recursos y las oportunidades necesarios para una autodeterminación integral en todas las esferas sociales y económicas.